otra sexta para festejar

deberia haber sido completa pero quien quiere el todo siempre desdeña la parte, sin percibir que tantas,tantas y tantas veces la parte es el igual al todo.
es asi como despues de una intensa y cojonuda lucha los argentinos hemos conseguido superar un escollo mas una division que dañaba el cuerpo social y ahora por fin en las leyes y el amor todos somos iguales.
es parte y es todo, parte por que esta ley sin el amor no representa nada y es todo lo que hace falta para incorporar a esa minoria que enfrenta con coraje y con estilo lo maravillosa tarea de quererse tan cual es y no detenerse en la generosidad del amor.
por fin tenemos una ley de matrimonio igualitario, discutida y sancionada en democracia y aceptada como la voz de la mayoria que quiere y que puede dar marco a las minorias en pie y de igualdad.